Así como el aprendizaje de las matemáticas, o el lenguaje van de la mano con la edad y etapa que están atravesando los niños, el arte también lleva consigo consideraciones y herramientas de aprendizaje que potencializan el uso y el entendimiento del mismo en cada edad. Por eso, durante este mes, cada semana examinaremos una etapa específica en los niños, y cómo el arte puede ser una herramienta para ayudar al desarrollo de cada niño/a.
De los mimos a los chistes, de los abrazos a la vergüenza. Son ciertos cambios que se pueden distinguir en los niños de 6 a 9 años. Ya no son tan cariñosos con los padres, les empieza a interesar lo que los otros niños piensan de ellos, y es muy importante para ellos el sentirse aceptados. Son niños que, cognitivamente, están preparados para manejar conceptos más complejos, hacer hipótesis y descubrir que existen varias soluciones a un problema, y están listos para leer y escribir.
Emocionalmente, tienen cambios de humor bruscos y, en ciertos momentos, es muy difícil para ellos manejar sus emociones, pero están aprendiendo a controlarlos y a identificar los sentimientos de las otras personas.
Un tema trascendental en esta etapa es el desarrollo de la moral y los valores. Antes de los 6 años, los niños ven las situaciones o a las personas como buenas o malas, no existen medios; al pasar los 6 años empiezan a ser juzgadores, a ver que una situación puede ser un error y no, drásticamente, algo malo.
Se dan cuenta de lo que es justo en lugar de solo ver la regla como tal; así como las intenciones de las personas. Este proceso sirve para desarrollar altos niveles de razonamiento prosocial, o sea, aprender cómo comportarse con las personas, qué ofrecerles, de qué preocuparse, etc.
Para un mejor desarrollo de esta habilidad social muy necesaria, puedes utilizar el teatro, ya que este te da muchas posibilidades para actuar diferentes situaciones, juegos de roles, y ponerte en la posición del otro.
El teatro puede realizarse con las mismas personas actuando un personaje diferente, con títeres o máscaras, marionetas, etc. Para los más pequeños se les puede dar un guión o situación, o el comienzo para que después puedan improvisar, pero los más grandes pueden estar listos para crear sus propios guiones y trabajar en grupo.
Muchas veces es más fácil para los niños utilizar un títere o máscara para hacer teatro, ya que salen de sí mismos y representan a una tercera persona; así, hablar de sí mismos es más sencillo. Para que este teatro sea un éxito, hay que realizar un cierre, conversar con los niños de los valores que observaron, de lo que estuvo bien, mal o un error; la idea es que puedan verbalizar todo lo aprendido, ya que de esta manera todos aprenden más y se dan cuenta de lo que es importante para los demás.
A un paso de la preadolescencia, verás cómo el arte puede ser muy interesante, la próxima semana.
Referencia: E. Schaefer, Charles Dr.; Foy DiGeronimo, Theresa. Ages and Stages. John Wiley & Sons, Inc. Canadá 2000