Así como el aprendizaje de las matemáticas, o el lenguaje van de la mano con la edad y etapa que están atravesando los niños, el arte también lleva consigo consideraciones y herramientas de aprendizaje que potencializan el uso y el entendimiento del mismo en cada edad. Por eso, durante este mes, cada semana examinaremos una etapa específica en los niños, y cómo el arte puede ser una herramienta para ayudar al desarrollo de cada niño/a.
Y de pronto, de niños cooperativos, se vuelven rebeldes. Ya cuando creemos que hemos hecho un excelente trabajo y les tenemos tan racionales, el egocentrismo empieza a volver, el cuestionamiento de las reglas y la crisis de volver a encontrarse a sí mismos otra vez. Esta es la etapa de los 9 a los 13 años, la preadolescencia.
En esta etapa, la imagen personal es muy importante porque ya no se trata de lo que me gusta ni cómo soy, sino de lo que hago; se dan cuenta de que cuando pones esfuerzo en una actividad, el resultado es mejor, y se empiezan a medir a sí mismos a partir de esto y compararse con los demás en todas la áreas. Durante este proceso, es cuando la autoestima se va formando, por eso son muy importantes sus logros.
De igual manera, el sentido de amistad empieza a cambiar y es un tema de suma importancia, por que es en esta etapa donde empiezan a escoger a sus amigos para toda la vida. Ya no se rigen por similitudes en gustos o actividades, sino por la confianza entre ellos. Así también, generalmente, escogen a amigos que admiran, ya sea por los valores o por lo que hacen por ellos.
Ya que en esta edad, cognitivamente, tienen la capacidad de abstracción, con ellos es muy fácil trabajar con la escultura. Entienden que un objeto puede contar una historia o representar algo más. De igual manera, son niños que necesitan herramientas para poder expresar lo que sienten y la escultura es una técnica que es muy flexible y adaptable para este objetivo.
Puede ser una escultura hecha de material reciclado, como rollos de papel higiénico o algún tipo de masa, como la arcilla. El secreto está en que se sienta cómodo/a con el material. Al tomar en cuenta todo lo que esta etapa implica, sería atrayente para ellos realizar en la escultura una historia de ellos mismos y cómo se ven a sí mismos; o que cuenten la historia de una amistad importante; o, inclusive, las dos en una sola escultura.
Cada etapa tiene diferentes procesos, y cómo estos se van desarrollando depende de cómo será la transición a la siguiente etapa. Nosotros, como maestros o padres, tenemos que comprender por lo que el niño/a está pasando y ayudarle a que estos procesos sean positivos, ya que los afectarán para el resto de su vida y futuras experiencias. Qué mejor que utilizar el arte como herramienta para apoyarles en cada paso y aprendizaje. Dales la oportunidad para explorar y descubrir el arte como parte de sus vidas.
Referencia: Craig, Grace J. Desarrollo psicológico. Prentice – Hall Hispanoamérica, S. A. México 1997.