«Él sabía lo que sabía: que el mundo real está lleno de magia, por lo que es fácil que los mundos mágicos se hagan realidad.» Salman Rushdie
La palabra, la metáfora, la intuición, el juego, todo fue real. Más de 300 personas fuimos convocadas a un encuentro con Javier Abad, en donde la otra, el otro, fueron un lugar y un tiempo transformados y unidos a través de los vínculos de la experiencia artística.
En sus charlas, Javier Abad hizo su primer acto, aquello a lo que los magos llaman La Promesa: La escuela puede ser una metáfora de la vida. El arte construye nuevas realidades en el aula.
En sus talleres nos llevó al segundo acto, El Giro: el mago toma lo ordinario y lo transforma en algo extraordinario. Y así lo hizo, una madeja de lana, un rollo de papel, una pluma, una llave, se transformaron en soportes simbólicos de una experiencia para el Bien Ser y para el Bien Estar.
Todo ello para invitarnos a dar el primer paso en una labor educativa transformadora desde lo artístico; ese primer paso que puede ser el único.
Gracias Javier Abad por mostrarnos acontecimientos educativos transformadores y gracias a todas y todos quienes asistieron a este primer tinkuy, a este primer encuentro, de muchos que la magia provocará.
Más de 300 personas fuimos convocadas a un encuentro con Javier Abad