La masa en arte y en la educación es un elemento muy utilizado, ya que este es flexible, relaja, desarrolla la creatividad y mejora la motricidad fina. Las masas son como plastilina, no solo le das la forma que quieras, sino que haces, deshaces, experimentas antes de hacer la figura final, pero con un costo mucho más bajo. Así, dependiendo de lo que quieras lograr, existen diferentes tipos de masas, unas que se secan más rápido, otras más lento, pero la receta es tan fácil que puedes preparar con los mismos niños.
Durante cuatro semanas te mostraremos una masa diferente cada vez, hablaremos de la conexión de este material con la parte curricular y con ejes significativos, donde la masa se vuelve solo el medio para aprender conocimientos de vida.
Esta semana te daremos la receta de la masa de maicena o masa flexible. La textura de esta es muy parecida a la plastilina y es preferible realizarla el día anterior a utilizarla para una mejor flexibilidad. Si la masa se llegara a secar solo se le agrega unas gotas de aceite o glicerina.
Necesitas: 250 cc de agua, 180 g de maicena, 1/2 cucharadita de colorante vegetal del color deseado (3 g), 1 pastilla vitamina C de 250 mg molida, 2 cucharadas soperas de crema humectante.
En la olla se mezcla la maicena y el agua. Una vez disuelta la maicena se agrega el colorante y se continúa mezclando. Se coloca la olla a fuego bajo hasta que se forme una masa y se retira del fuego. Se deja enfriar a temperatura ambiente.
Una vez que la masa está fría, se agrega la pastilla de vitamina C molida, que actúa de conservante, y se amasa hasta obtener una masa suave. Finalmente, se incorpora la crema humectante y se amasa hasta que se obtenga una consistencia suave y manejable, sin que se pegue en las manos. Se deja secar al aire libre. Pintar con acrílico o témpera.
La masa para modelar se guarda en el recipiente de plástico y se tapa. Se conserva en un lugar fresco y seco. La duración de este producto es de una semana.
Esta masa se puede utilizar para Historia, donde se conocen varias sociedades ancestrales del mundo, como Mesopotamia o los mayas, entre otros. Después de analizar y descubrir sus culturas y su arte, se les pide a los niños construir su propio monumento, ¿cómo sería? ¿Qué características tendría? ¿Y por qué son importantes? ¿Qué estaría pasando alrededor de estos monumentos? ¿Qué significarían para las personas estos monumentos? Mediante estas preguntas se trabajan dos ejes significativos: la diversidad y la identidad. Para terminar y trabajar el eje de comunidad, ¿qué pasaría si unimos todos los monumentos? ¿Qué clase de sociedad se convertiría? ¿Cómo funcionaría?
El objetivo principal es hacer a los niños analizar y considerar los diferentes eventos y culturas estudiadas. Así mismo, el reconocer que todos somos parte de esta historia y que varios eventos que están sucediendo ahora tienen relación con eventos pasados.
Para nuestra tercera semana te daremos la receta de masa con un papel reciclado, ¡no dejes de verla!