Nuestra era del control remoto, la computadora y el videojuego puede acarrear, a la larga, la reducción de los tiempos de atención en los niños. Los infantes se pierden de la sorpresa y belleza del mundo real.
El arte promueve la observación de nuestro entorno y la creatividad puesta en práctica a través de la experiencia de MANOS A LA OBRA que da un taller de arte.
La manipulación táctil es una necesidad fundamental del desarrollo humano y cada estudio nuevo lo comprueba.
Los niños, además, aprenden a socializar y también a ser independientes y responsables. Aprenden a compartir sus experiencias con los demás y estos talleres enfatizan la coexistencia y el respeto por las diferencias y puntos de vista de otros.
Incluso el taller de arte puede ofrecer la oportunidad a muchos niños, con distintas formas de discapacidad, a desarrollar otras habilidades como las visuales y las táctiles. Siempre habrá un taller de arte para cada persona y niño según sus necesidades.
La percepción ocurre no solo con los ojos. Las experiencias sensoriales pueden, además, adaptarse a distintas técnicas y materiales en un buen taller de arte.