Entender el mundo mediante preguntas y el arte V

De cualquier pregunta, duda o idea se puede hacer una obra de arte, y eso lo haz podido observar durante los consejos de este mes. Tenemos nuestra última pregunta: ¿qué hace que el yoyo regrese para arriba?

El yoyo funciona, básicamente, por energía. Esta energía viene de la persona que la hace funcionar. Cuando alguien lanza el yoyo para abajo el cuerpo envía energía al yoyo y este funciona como retenedor de energía, pero esta no se puede quedar ahí, por eso sale cuando el yoyo llega abajo y cuando la energía sale produce que el yoyo regrese hacia arriba.

La energía que nosotros tenemos en nuestro cuerpo es muy potente y siempre estamos enviando energía a todo lo que hacemos, por eso podemos patear pelotas, o impulsarnos para saltar. Pero esa energía también la enviamos con nuestras emociones; cuando nosotros gritamos a otra persona, le estamos enviando una energía; así también, cuando abrazamos a alguien con mucho cariño, le enviamos otra energía. Todo tipo de energía que recibimos nos afecta en alguna manera.

Con esta idea podemos crear una máquina de energía positiva. Los niños entenderán cómo la energía se puede transportar y, además, cómo esta nos puede afectar, por eso es mejor enviar energía positiva en cualquier acción que realizamos.

Se necesita un vaso de cartón, una bolsa plástica, una liga, papel, revistas viejas, marcadores y tijeras. Con las tijeras se hace un hueco en la base del vaso, de 1 cm aproximadamente. A la bola le cortamos un cuadrado de 15 cm, aproximadamente, y colocamos en la parte más ancha del vaso y le ajustamos bien con la liga para que quede el pedazo de bolsa bien ajustado. En el papel dibujamos personas de unos 10 cm, y las recortamos, dejando una base para poder pararlas, pero que al mismo tiempo queden frágiles para caerse.

Para probar nuestra máquina, ponemos nuestros muñecos parados en una mesa, nos colocamos a 1m de los muñecos y le damos un tingazo a nuestro vaso en la bolsa plástica, apuntando a los muñecos, estos deben caerse. Esa es la energía que pasa de nuestro cuerpo a la máquina y la máquina la saca hacia fuera y hace caer a los muñecos de papel.

Puedes explicarles que esa misma energía, en mayor escala, es la que nosotros enviamos cuando pateamos, abrazamos o golpeamos. Entonces ¿qué clase de energía quieren enviar hacia los demás? Con todos los pensamientos positivos que quieren enviar a los demás, los vamos a representar en el vaso con recortes de revistas, dibujado o escrito con marcadores.

Si entienden cómo la energía nos afecta a todos, puedes tener conversaciones más profundas con los niños de cómo nos afectamos los unos a los otros. Aprovecha estas preguntas simples que los niños hacen, para guiarles hacia un pensamiento más lógico y creativo, así como para orientarles a ser mejores personas cada día.

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